Quito (Ecuador), 01 de marzo de 2018. Con el apoyo de la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAPE), nueve voluntarios del programa ‘Guardapáramos Voluntario’ se encuentran en Quito (Ecuador), con el objetivo de generar un espacio donde el diálogo, los saberes y las acciones, puedan darse con un interés común: la conservación de los ecosistemas de páramos.

En este espacio se espera resolver problemas fundamentales en asuntos como la conservación del agua y de los páramos, así como conocer nuevas experiencias en procesos de restauración de humedales, organización comunitaria y educación ambiental. Durante la visita, también realizarán actividades y recorridos por áreas en proceso de restauración con diferentes niveles de degradación.

Los voluntarios que viajaron al vecino país fueron elegidos de manera democrática por sus compañeros, durante los cuatro talleres de ´Coaching ambiental` desarrollados en los territorios del Meta, Tolima, Cundinamarca, Boyacá y Bogotá. Los nueve alumnos que tienen la oportunidad de vivir esta gran experiencia son: Juana Castillo, Julián Martínez, Rubí Elsa Guetio, Yeimi Cobos, Luz Marina Martínez, Nelson Solano, Ana Maria Polo y Julián Barbosa.

Esto se logra gracias a la articulación de la (RAPE) con el Fondo para la Protección Del Agua (FONAG), entidad gubernamental de Quito dedicada a realizar este tipo de procesos en las zonas de páramo del Parque Nacional Cotopaxi. Al igual que la Regional Central, el FONAG cuenta con un grupo de guarda páramos trabajando directamente en el territorio, lo que hace aún más enriquecedora la experiencia de los voluntarios.

Por otra parte, los participantes podrán conocer los procesos adelantados por la ´Acción Ecológica de Quito` en las comunidades campesinas e indígenas en función de la preservación de la riqueza natural presente en sus territorios, con el propósito de alcanzar significativos avances en la recuperación y consolidación de comunidades ecológicamente sustentables.

Con la iniciativa de ´Guarda páramos`, la Región Central hace un reconocimiento a esos líderes que día a día protegen los páramos por iniciativa propia, al tiempo que se convierten en promotores de la importancia del cuidado de estos ecosistemas estratégicos en sus comunidades y para el país.